Conoce el género Quercus, dentro del cual son clasificadas taxonómicamente especies como el roble, la encina y el alcornoque; árboles de gran porte y potencial, con amplios usos dentro de la industria, farmacología, botánica, alimentación, construcción y versatilidad empleada por nuestros ancestros en el curtido de pieles.
¿Qué es el género Quercus?
Mediante el término Quercus proveniente del latín se identifica a todos aquellos árboles de la familia de la fagáceas, como es el caso de la encina, alcornoque y el roble; clasificados como miembros del Reino Plantae, División Magnoliophyta, Clase Magnoliopsida y Orden Fagales.
Características de las especies representativas del género Quercus
El género Quercus está compuesto tanto por árboles como por arbustos con follajes que van desde permanentes a caducifolios y marcescentes, con flores masculinas presentes en sus amentos e inflorescencias complejas colgantes. Cada una de las flores está provista de entre cuatro y diez estambres.
Por otro lado, las flores femeninas se presentan de forma aislada u organizada en cabezuelas o espigas. Poseen óvulos anátropos, tres estigmas y son protegidas por una estructura en forma de escama que al madurar sirve de cúpula para la formación de una bellota, denominación dada a su fruto.
La corteza de los ejemplares representativos del género Quercus suele mostrar una apariencia lisa cuando es jóven, la cual se va agrietando con el paso de los años.
Este género cuenta con especies de alto valor para los seres humanos, primordialmente por la calidad de su madera, usos de su corteza y obtención de taninos ricos como curtientes, además de que algunos de sus frutos son comestibles.
La presencia del género Quercus en muchos espacios naturales le imprime belleza a los territorios y sirve de alimento para algunas especies animales, mientras que promueven la regeneración vegetativa de las tierras gracias a los brotes de su raíz y la distribución de su cepa a cargo de muchas aves.
Distribución del género Quercus
Se han identificado hasta la fecha entre 400 y 600 especies representativas del género Quercus, las que están distribuidas a lo largo de Norteamérica, Sudamérica, Europa y Asia Occidental.
Una de las naciones más ricas en lo que al género Quercus se refiere es México, donde es denominado encino y se encuentran al menos 125 especies diferentes, lo que lo convierte en el árbol más común dentro de esta nación.
Por otro lado, en Estados Unidos y Canadá se concentran unas 60 especies del género Quercus mientras que en otras naciones de Centroamérica y Sudamérica existen aproximadamente unas 45 especies. Algunas de las cuales son especialmente apreciadas para el comercio.
Este género cuenta con una especie muy apreciada desde el punto de vista forestal como es el roble, denominado Quercus robur, el cual domina grandes extensiones como la vertiente atlántica de Europa.
Es conocido en regiones como Galicia bajo el nombre de carballo, en Asturias como carbayu, en Cantabria bajo el nombre de cajiga y haritza en las tierras del País Vasco.
Otra de las especies de este género apreciadas es el roble albar con capacidad para crecer en suelos húmedos y en regiones más septentrionales; pero no son empleados en la silvicultura debido a que disponen de un crecimiento lento, a pesar del alto valor de su madera.
También son ejemplares propios del género Quercus los encinos y los alcornoques, entre los que se aprecian muchas especies como Quercus acerifolia, quecus alcaulis, Quercus alba, Quercus arizonica, Quercus argentata, Quercus bicolor y otras, ya que se han identificado al menos 600 hasta el momento.
Algunas de estas especies se extienden incluso a lo largo de zonas secas como la del Quercus pyrenaica, presente en la península Ibérica, otras son parte de muchos parques, reservas naturales y ambientes vírgenes.
Sus especies forman parte de los denominados robles blancos, que muestran gineceos cortos con bellotas que maduran en 6 meses y que al probarlas se percibe un sabor amargo y ligeramente dulce.